"A escondidas" es la peli nueva de Mikel Rueda,
que tiene sabor de ópera prima por la frescura de las situaciones que
presenta, sin adulteraciones, sin disfraces, sin moralina, sin
eufemismos... ¡La vida misma!
Unos chicos quinceañeros se aventuran, como Alicia en el País de las Maravillas, en ese universo nuevo que se les abre seductor, irresistible. No es un ensayo para la vida sino la vida mismo que no te concede segundas oportunidades.
Son valientes para lanzarse por el tobogán de sus sentimientos y de la llamada de su corazón pero también temerosos a desmarcarse más allá de los cauces reconocidos socialmente. Echan un pulso a la vida como intrépidos piratas, hacen piruetas en el cielo como gorrioncillos traviesos, pero siempre vuelven al redil, son gregarios.
Por esos mares andan Rafa y su cuadrilla cuando una chispa prende en el corazón de este chico cuando conoce a Ibrahim y empieza a arder, y nada la puede contener.
Unos chicos quinceañeros se aventuran, como Alicia en el País de las Maravillas, en ese universo nuevo que se les abre seductor, irresistible. No es un ensayo para la vida sino la vida mismo que no te concede segundas oportunidades.
Son valientes para lanzarse por el tobogán de sus sentimientos y de la llamada de su corazón pero también temerosos a desmarcarse más allá de los cauces reconocidos socialmente. Echan un pulso a la vida como intrépidos piratas, hacen piruetas en el cielo como gorrioncillos traviesos, pero siempre vuelven al redil, son gregarios.
Por esos mares andan Rafa y su cuadrilla cuando una chispa prende en el corazón de este chico cuando conoce a Ibrahim y empieza a arder, y nada la puede contener.
La historia de este amor adolescente, el primer
amor, de Rafa, un chico bilbotarra, y de Ibrahim, un chico marroquí que
ha venido a Europa para labrarse un futuro venturoso.
Hay muchas escenas compartidas por ambos que son encantadoras. Te haré partícipe de dos de ellas que me conmovieron:
Cuando sentados en la arena de la playa contemplan desde su debilidad el horizonte marino tan inmenso, tan maravilloso, tan lejano, convocándoles irresistiblemente.
Y cuando van tomando conciencia de que la sociedad está estructurada de tal manera que no va a permitir de ninguna manera que prospere ese amor y dé frutos dulces al paladar... Si no puedes compartir mi suerte compartiré yo la tuya. La opción está tomada.
Hay muchas escenas compartidas por ambos que son encantadoras. Te haré partícipe de dos de ellas que me conmovieron:
Cuando sentados en la arena de la playa contemplan desde su debilidad el horizonte marino tan inmenso, tan maravilloso, tan lejano, convocándoles irresistiblemente.
Y cuando van tomando conciencia de que la sociedad está estructurada de tal manera que no va a permitir de ninguna manera que prospere ese amor y dé frutos dulces al paladar... Si no puedes compartir mi suerte compartiré yo la tuya. La opción está tomada.
En la película asistimos a otras situaciones
tremendamente conmovedoras, como es la amistad tan grande de Guille por
Rafa, para confesarle su amor incondicional, aunque no comprende la
trascendencia de lo que ocurre, y le pide perdón por no haber estado a
la altura cuando "el macho alfa" humilla a Rafa y a Ibri, que están
refugiados en el chabiske de la cuadrilla, o le entrega todos sus
ahorros para que puedan irse: se vacía de todo lo que tiene para que su
amigo pueda seguir sus pasos, aceptando incluso que pueda irse lejos de
él. ¡Una pasada! Es desbordante tanto amor.
Otras escenas, casi pasadas por encima pero enternecedoras, reflejan el cariño servicial de un joven marroquí, líder de su grupo de supervivientes, por su hermana pequeña discapacitada, ¡con qué ternura le da de comer el chico que había puesto firmes no sólo a una cuadrilla de adolescentes marroquíes sino también a las encargadas abusonas e insensibles de un supermercado, y con qué responsabilidad y diligencia se la carga sobre los hombros huyendo con ella...!
Otras escenas, casi pasadas por encima pero enternecedoras, reflejan el cariño servicial de un joven marroquí, líder de su grupo de supervivientes, por su hermana pequeña discapacitada, ¡con qué ternura le da de comer el chico que había puesto firmes no sólo a una cuadrilla de adolescentes marroquíes sino también a las encargadas abusonas e insensibles de un supermercado, y con qué responsabilidad y diligencia se la carga sobre los hombros huyendo con ella...!
Contemplando a este chico que hace equilibrios
circenses que encandilan y haciendo pie en la película "A escondidas",
me pregunto:
¿El sistema social se niega aceptar estas piruetas de amor e idealismo juvenil porque teme sean unas semillas que subvertirían la lógica de esta alucinación de "Matrix" en que vivimos?
¿El sistema social se niega aceptar estas piruetas de amor e idealismo juvenil porque teme sean unas semillas que subvertirían la lógica de esta alucinación de "Matrix" en que vivimos?
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