![]() |
Tríptico de la Adoración de los Reyes Magos, atribuído al Maestro de Covarrubias, Museo de la Colegiata de San Cosme y San Damián, Covarrubias (Burgos), finales del s XV |
Unos extranjeros, de los de fuera,
se asomaban a los cielos
cuando vieron brillar una estrella.
Como Abrahán partiera de su patria
abandonando su tierra y parentela,
iniciaron su peregrinación.
Siguiendo la estrella,
en la constelación de Judá,
llegaron a la casa de María y de José.
Postrándose ante el recién nacido
le honraron con sus presentes:
oro, incienso y mirra.
Porque nadie es profeta en su tierra
vinieron los de fuera
para manifestar al Mesías a los de dentro.
¿Nos pasará como a nuestros antepasados
y tendrán que venir los del Norte y los del Sur
para recordarnos nuestra riqueza y vocación?
Fuimos elegidos y agraciados con la fe en Jesús Mesías
pero sólo fue un capitán romano y pagano el reconocido
y una mujer fenicia y también pagana la aplaudida.
Pena grande sería una vez más
que la privación de tantos dones maravillosos
nos llevara a estimarlos y considerarlos.
Vengan los Magos de Oriente y nos recuerden
que Dios sigue renaciendo en nuestra tierra
y en nuestro corazón una y mil veces.
Pongámonos de pie y cantemos
al Señor y Maestro que nos ha convocado
para celebrar este misterio de entrega y vida.